jueves, 16 de febrero de 2012

memories

En el 2009, en algún mes después de julio, observé algo muy común, pero lo voy a contar.
Esta historia es compendio de cosas que pasaron en 1 hora y 20 de regreso a mi casa, en el bus del colegio.

Yo me sentaba con una amiga, pero ella se bajaba del bus como 15 minutos después de salir del colegio, por lo cual yo andaba con audífonos durante el resto del viaje, y es por eso que empece a prestar atención. En fin, estaban estas dos chicas: una se llamaba Katia y de la otra no supe mucho. Tendrían 10 años. Eran las típicas "amigas del bus", es decir, jugaban solamente cuando iban en el bus, luego, cuando llegaban al colegio, se decían adiós y cada una iba por su lado, con su grupo. Si estudias o estudiaste en un colegio con movilidades para regresar y recogerte de tu casa, entonces sabrás a que me refiero. Todos tuvimos ese tipo de "amigo". 

La familia de Katia, a pesar que vivían en Miraflores (como todos los del bus), no estaba pasando una buena situación económica, pero su amiga, a quien llamaremos E, sí. La mamá de Katia era una mujer normal casada con un obstetra, la mamá de E era una argentina casada con un tipo con plata. 
El físico de ambas chicas era muy diferente, una tenía piel trigueña, pelo oscuro y una nariz "ganchuda"; la otra era rubia, "blanquita" y con una nariz acorde. 

Yo nunca vi la casa de Katia, siempre que las recogían era por Reducto, en una casa media al fondo, a la vuelta de donde parábamos. En una zona no tan bonita del distrito. E vivía en una especie de quinta, que cuando abría la puerta se podía ver la piscina, el jardín, y la arquitectura moderna. 
Suficientes diferencias.

Pero ellas jugaban, con muñecas, stickers, dibujos, tutti frutti, etc, etc. Tanto así que cuando E bajaba, Katia se ponía para el lado derecho del bus, para despedirse, mientras que la mamá de E ayudaba con la mochila rosada. 
Un día E quería invitarla a su casa, para seguir la diversión (cosa que es muy común en una amistad "del bus"). Y las dos estaban casi emocionadas, arreglando que cosa iban a hacer. 
Tal vez 2 o 3 días después llegó E diciendo que no iban a poder ir a su casa. 
-"Mi mamá no me dejó". Eso fue lo que llegué a escuchar, ellas estaban 3 o 4 filas adelante. 
Ambas conocían la razón, los ojos que pone una niña cuando tiene que poner la cara por algo que no cree correcto, y desde ahí nunca fue la misma amistad.

Luego de 4 o 5 días (de colegio) más, Katia volvió a preguntar si iban a arreglar la salida una vez más, pero jamás se concretó. Parece que E había entendido la razón de su madre, ya que cuando le contestó otra excusa, salió con naturalidad. 

Y este, este fue el momento en que un niño empieza a discriminar, en el que la sociedad futura no va a cambiar.

A principios de 2010 la familia de Katia se mudó a España, pero se mudó como quien se va para no volver. Su hermana solo se despidió de sus 2 amigas más cercanas, y las otras 4 de sus amigas restantes, no supo de ella más. 
En este mismo instante no me acuerdo que pasó con E, si siguió en el colegio, si dejó de ir en el bus, etc. Luego me fui yo y ahora nunca sabré más de E, y a decir verdad no sé tampoco que fue de Katia. 

Me pregunto si de aquí a 5 años me acordaré de esta historia...
que pasará con el resto de niñitos (de los que me acuerdo) del bus, si los volveré a ver alguna vez, si cuando los vea ya estén de mi tamaño, ... 


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